23 junio 2013

Apalancamiento Financiero y Chanchos Volando

Hasta hace algún tiempo las ganancias por inversiones se lograban a través de la colocación directa de un grueso capital en la bolsa de valores, ya sea en acciones o en productos, lo que dejaba de lado a los que debemos trabajar para caminar. Como sea, era, y sigue siendo, dinero nada productivo, sólo especulativo. En estos días, existe un ingrediente llamado apalancamiento financiero, que, en medio de una bruma desinformativa, es dinero adicional que acompaña a inversiones pequeñas para permitir que éstas multipliquen sus ganancias ... o pérdidas. ¿Dinero Adicional? Sí, el broker mediante el que realizas tu pequeña inversión pone su dinero en proporciones de hasta 1 a 400; es decir, si tu inviertes $1.00, el broker pone automáticamente hasta $400.00 de sus arcas, de ese modo tu inversión tiene posibilidad de obtener una ganancia expresable en billetes y no sólo monedas de centavos. Es, entonces, el apalancamiento financiero una ayuda necesaria, condición sine qua non ¿Lo hacen por solidaridad o bondad financiera? No, éso no existe en este mundo. Y aquí viene una pregunta no retórica ¿De dónde viene ese dinero de apalancamiento? Hasta ahora todos los representantes de brokers operadores en bolsa o cambio de divisas a quienes les he planteado la interrogante, que no son pocos, se han lanzado a repetir una larga alocución de los mecanismos y beneficios del mercado de capitales, sin explicar ni una pizca la procedencia del dinero que nos apalanca, que nos apoya desinteresadamente. ¿Razones para esta reserva de información? o no lo saben porque tampoco les han explicado claramente, o no deben decirlo porque debe mantenerse fuera de todo análisis. Cualquiera de las dos posibilidades lleva a la misma motivación: mantener al público ignorante de cuáles son los cimientos en los que se ha construido este edificio de múltiples cubículos llamado Quinta Inversiones Minoristas.

Es meridianamente claro que FOREX es un negocio basado en compra y venta de divisas, que el mercado de productos a futuro especula con alimentos básicos y materias primas, y que las acciones de empresas varían por más de mil variables objetivas y subjetivas; todo apuntalado por el Contrato por Diferencia -o CFD- que es el procedimiento financiero que permite ingresar a inversores minoristas al circuito financiero, procedimiento inventado para engrosar el número de víctimas de cracks y mini-cracks económicos. Está claro cómo se mueve el dinero, minorista y mayorista, y el papel de sus múltiples actores. Ésa no es la pregunta. Lo que no es ni lejanamente claro es de dónde viene el grueso del dinero que apuntala a los pequeños inversionistas que arriesgan ahorros y capitales de trabajo, ése dinero fuerte que no duda ni un mili-segundo en acompañar cualquier apuesta bursátil o de divisas, sin exigir colaterales de ninguna especie a ningún habitante del orbe.

Si creen que la respuesta se encuentra en el capital exigido a los brokers para operar oficialmente por instituciones reguladoras estatales, pues acá les van dos observaciones: (1) la gran mayoría de países no regulan esas actividades disfrazadas de decencia con ternos Armani y (2) los pocos países que sí regulan no pueden saber a ciencia cierta de dónde exactamente viene ese capital que llega a destino después de estrambóticos periplos internacionales. A estas alturas, mi opinión va asomando la nariz: es dinero sucio el que apoya y apalanca al dinero legal de los esperanzados (muchas veces estafados) inversores minoristas para permitir que participen también de los beneficios del sistema financiero, con la única retribución de ver a la democracia extenderse a los bolsillos de las clases dependientes de un sueldo o un ingreso PYME ... y que el inmenso capital manchado de crimen e ilegalidad salga a la luz del sol sin pago de prebendas a sicarios de las finanzas. ¿Opinan diferente? Muéstrenme mi error con pruebas al canto y podré al fin creer que los avatares financieros mundiales son sólo obra del azar y que los operadores financieros mayoristas del orbe sí forman parte del género humano. Podré creer que los chanchos vuelan.