09 mayo 2011

Cuando la gente no es escuchada

Lástima que hayamos llegado a lo que hemos llegado. Hemos aceptado como dogma político y económico al neoliberalismo que empezó en los EEUU en los años 70 como respuesta a una de las crisis del capitalismo resultante del excesivo peso relativo de las organizaciones gremiales. Claro que en el Perú lo empezamos algo más tarde, los 90. Ya para ese entonces la receta en los EEUU había tenido resultados exitosos al transferir mucho de las manufacturas al continente asíatico (léase China especialmente) y al reemplazar la reducción de la demanda por el boom de las tarjetas de crédito. Como era de esperarse, la receta fue aplicada exitosa y rápidamente en el Perú gracias a la ausencia de industrias y a la violencia oficial soterrada que instauró el presidente A. Fujimori.
La promesa del modelo neoliberal creó un mejor futuro para la sociedad peruana y lo ofrecido fue cumplido en un principio al reducir la inflación y eliminar la escasez de alimentos; es cierto que también eliminó muchos negocios existentes pero los sustituyó por otros más emprendedores, aunque con el costo de las leyes laborales que llevaron al actual "cholo barato" que convirtió a la pequeña porción de adecuadamente empleados antes del neoliberalismo a una más pequeña porción de inadecuadamente empleados (empleados al fin, dirían los fanáticos del modelo).
El problema para el modelo es su incapacidad actual, en el mundo entero, para permitir a todos los estamentos sociales gozar del crecimiento económico y financiero en forma proporcional a su participación. Esa incapacidad ha creado una tendencia al incremento de la desigualdad en todos los países en que se aplica. El Perú es uno de esos países  por lo que su población, después de 20 años de aplicación irrestricta del modelo, empieza a perder la fe en el dogma económico universalmente aceptado y a escuchar a los defensores de esa religión mayoritaria con cierta desconfianza. Ahora en el Perú los políticos, empresarios, y periodistas prelados de la fe neoliberal se están viendo obligados a recurrir a cualquier medida que permita extender la vida del modelo, aún cuando esas medidas requieran usar el cuarto poder de los medios de la comunicación para influenciar la opinión del ciudadano de a pie. Nadie mejor para implementar dicho sistema monoparlante en la prensa que una nueva versión del fujimorismo de los 90.
¿Qué le queda al ciudadano común y corriente en el Perú? pues, votar por el mal menor que acarrea un albur entre una dictadura chavista o un tímido inicio del socialismo moderno que está buscando corregir los defectos del neoliberalismo en el mundo dentro de las reglas del viejo y seguro capitalismo. Es claro que han quedado atrás las razones válidas de corrupción pasada de la alternativa fujimorista, no porque debamos ser indiferentes al robo y al crimen si no porque Keiko Fujimori representa la continuidad del modelo actual en el Perú y el agravamiento de las diferencias en el país.¿Cuál es el mal menor en esta segunda vuelta peruana? le duela a quien le duela lo es el nacionalismo liderado por Ollanta Humala, un caudillo más en la sociedad más caudillista de Sudamérica. Espero, como Mario Vargas Llosa, con temor y esperanza que el mal menor aplique un programa de reformas enlazadas en el tiempo que permita a varios partidos, o caudillos, colaborar a que el modelo económico en el Perú sea lo suficientemente desarrollista para permitirnos ser candidatos al G20. Yo voto por Humala y que Dios nos ayude.

12 comentarios:

  1. Con la China sabemos que son 5 años, con Humala No !!!

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  2. Ricardo Morón Acosta9 de mayo de 2011, 6:33 p.m.

    Ese argumento que la gente repite una y otra vez "con la china son 5 años y con Humala no", es sumamente sureal,alucinado,desinformado además de amnésico. O como cuando dicen, "es más fácil sacar al fujimorismo del poder que al nacionalismo".¿Ya no se acuerdan cuanto costó sacar a Fujimori del poder?,¿ya no se acuerdan cuantos años se quedo, aniquilando a todas las instituciones democráticas que teniamos??. Mejores argumentos he escuchado.

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  3. Con la China son 5 años con Humala NOOOOO !!!!!

    Sino vean a los socios del comandante :

    Los Castro desde 1959 hasta ?????
    Chavez desde 1999 hasta ?????
    Los Kirchner desde el 2003 hasta ????
    Evo desde 2006 hasta ????
    Correa desde el 2007 hasta ?????

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  4. http://elcomercio.pe/impresa/notas/fascismo-siglo-xxi/20110509/754524

    El fascismo del siglo XXI
    Por: Juan Claudio Lechín Escritor
    Lunes 9 de Mayo del 2011

    El término ‘fascismo’ se banalizó al convertirse en insulto. Cualquier violencia política es fascista. La banalización benefició a los verdaderos fascistas. Hanna Arendt aseguró que nazismo y comunismo eran lo mismo. Nadie la escuchó. Y la astuta Unión Soviética, al triunfar en la guerra, aprovechó para deslindar aguas. Muchos politólogos se tragaron esta gambeta y proclamaron la revolución rusa y sus derivadas, china y cubana, como himnos enaltecedores del género humano.

    En mi ensayo “Las máscaras del fascismo” vuelvo a indagar en la naturaleza del fascismo, pues considero que estamos sufriendo un mal, sin estar alertados por el pensamiento europeo que solemos importar. El fascismo emerge cuando hay una fuerte descomposición del sistema de partidos políticos, durante el desgaste de un liberalismo preliminar o liberalismo retoño, el cual arrastra todavía obstáculos pasados como el caudillismo, la corrupción, el centralismo político y administrativo, la ausencia de democracias partidarias y un pueblo no incorporado plenamente a la modernidad, entre otros aspectos.

    Durante esa crisis, aparece el fascismo encabezado por un caudillo redentor y una fe ideológica, enmendadores de todos los males, para desmontar el sistema. Detalle más, detalle menos fueron los casos de Hitler, Mussolini y Franco, y también de Castro, Chávez y Morales.

    Apenas el fascismo sube al gobierno comienza el desmontaje. Penetra al ejército, la policía y los servicios de inteligencia para controlarlos férreamente. Luego desarmará las instituciones liberales, las libertades de opinión, prensa, sindical y política. Paulatinamente concentrará los poderes independientes: judicial, parlamentario, electoral y regional. Gradualmente, avanzará hasta conseguir no una utopía social sino el poder absoluto para entronizar al caudillo plebeyo. El sistema que engendra el fascismo es una monarquía plebeya absolutista.

    Sus instrumentos legitimadores son la propaganda, las elecciones, los referendos y el pueblo movilizado, al cual transformará de ciudadano en grupo de choque y, finalmente, en pueblo-siervo. La propaganda generará la fe y el culto al caudillo.

    Hábilmente, el fascismo capta como banderas propias los deseos, los anhelos y los traumas de la sociedad a la que va a victimar. Por eso, no es de izquierda ni de derecha, como se asegura, sino que es un modelo pragmático para la toma del poder absoluto, donde el término ‘pragmático’ significa que hará lo que sea para concentrarlo: seducir o asesinar, nacionalizar o privatizar, racismo ario o indigenista, movimientos sociales o ‘fascios’, aristócratas o revolucionarios. Invariablemente fabrica un hereje-enemigo, judío o burgués, criatura maléfica que justifique su violenta cruzada.

    El error es creerle anticipadamente, como a Castro cuando dijo en la Sierra Maestra que llamaría a elecciones democráticas, cuando Chávez aseguró que no se reelegiría, que no tocaría la propiedad privada ni la autonomía universitaria y cuando Morales afirmó que respetaría la libertades públicas y la independencia del poder electoral.

    Las consecuencias de estas ingenuidades las lamentan los pueblos. Aun así, muchos siguen considerándolos de izquierda y no versiones aggiornadas del horror europeo. Las sociedades desprevenidas no creen ser la próxima víctima y desentenderse puede ser fatal. Ya lo dijeron los griegos cuatro mil años atrás: “Aquel que se quiere perder, los dioses lo ciegan antes”.

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  5. Gracias, Francisco, por compartir el artículo de El Comercio. Creo que el fascismo aún es una enfermedad crónica de la raza humana y encarna todo lo que el escritor del artículo reseña. Recuerdo que Alberto Fujimori se auto denominaba "pragmático" durante su autocracia de 1992 al 2000 y no fue una excepción a la descripción del fascismo en el artículo. Por otro lado, los dioses al parecer cegaron a Toledo, Castañeda y PPK y sus seguidores al repartirse el voto de su nicho político y permitir que Keiko Fujimori pase a la segunda vuelta con su "voto duro"; ante esa situación y habiendo votado por PPK en primera vuelta, veo con claridad que sólo queda el albur de Ollanta Humala con otro fascismo u Ollanta Humala con el posible nacimiento del socialismo moderno en el Perú. Vuelvo a decirlo, como en el shock económico de Fujimori, que Dios nos ayude.

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  6. El socialismo es una filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia, y el evangelio de la envidia, su virtud inherente es la distribución equitativa de la miseria.

    Winston Churchill

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  7. DECÁLOGO DE ABRAHAM LINCOLN:

    1.- No se puede crear prosperidad desalentando la Iniciativa Propia.

    2.- No se puede fortalecer al débil, debilitando al fuerte.

    3.- No se puede ayudar a los pequeños, aplastando a los grandes.

    4.- No se puede ayudar al pobre, destruyendo al rico.

    5.- No se puede elevar al asalariado, presionando a quien paga el salario.

    6.- No se puede resolver sus problemas mientras gaste más de lo que gana.

    7.- No se puede promover la fraternidad de la humanidad, admitiendo e incitando el odio de clases.

    8.- No se puede garantizar una adecuada seguridad con dinero prestado.

    9.- No se puede formar el carácter y el valor del hombre quitándole su independencia (libertad) e iniciativa.

    10.- No se puede ayudar a los hombres realizando por ellos permanentemente lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos.

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  8. Qué triste que piensen así...gente como ustedes son los que mandarán al Perú a su perdición, todavía pueden recapacitar, espero que Dios los ilumine. Yo voto por Keiko.

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  9. LOS PARASITOS
    12 May, 2011 00:4248 comentarios
    La Rebelión de Atlas de Ayn Rand http://www.youtube.com/watch?v=8hdjvmtLAMk&feature=related es el libro más influeyente en los Estados Unidos después de la Biblia. La novela relata como las personas creativas, emprendedoras, capaces de crear riqueza, son privadas sistemáticamente del fruto de su esfuerzo por parte del resto de la sociedad. Sea mediante impuestos, creación de obligaciones, privación de la propiedad o apropiación de sus ideas, los demás reclaman y obtienen, a través del Estado, el derecho a disfrutar de lo que estos otros han creado.

    Todo ello es impulsado por una idea colectivista equivocada según la cual el tener algo (riqueza, ingenio, inteligencia, capacidad) genera automáticamente el deber de compartirlo con los demás. Nadie tiene derecho sobre lo que consigue con su esfuerzo, porque hay una responsabilidad social de compartir. Y por ello el acto de forzar a compartir es legítimo.

    Entonces, en el libro de Rand, los creativos, los emprendedores, los que tienen capacidad de crear riqueza se hartan y se retiran del mundo a un valle alejado y escondido, privando al mundo de sus capacidades. Al perder el aporte de estos individuos la sociedad colapsa y, rumiando su propia mediocridad, se autodestruye.

    El libro describe un enorme acto de parasitismo, en el que un grupo mayoritario se siente con derecho a usar y apropiarse de lo ajeno solo por que es ajeno. Y la cultura del parasitismo es considerada socialmente como justa. Los que se oponen a ella y se resisten a aceptar que están obligados a ser solidarios (curioso concepto el de solidaridad obligatoria) son calificados por los demás como desadaptados, abusivos y egoístas.

    Lo invito a ver un noticiero o leer los titulares de un periódico cualquiera hoy. Allí está el debate electoral, conceptualmente pobre, sucio pero intenso. Vea lo que ofrecen ambos candidatos. En eso no se diferencian, es solo un problema de enfásis: regalar trabajos, pensiones y asistencialismo. Planes de gobierno que amenazan con estatizar, con regular nuestra libertad, con forzarnos a compartir y ser “solidarios”. El populismo campea. De hecho es el signo de la campaña. ¿Qué es el populismo sino un gran acto de parasitismo?

    Y vea lo que dice la bolsa y su caída: los inversionistas se retiran a su valle (invertir en otro lado). Los capaces no tendrán incentivos para esforzarse por que el esfuerzo propio es patrimonio colectivo. ¿Para que arriesgar en nuevos emprendimientos si lo tuyo es tuyo y lo mío es tuyo?

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  10. Hemos asumido el parasitismo como algo tan natural, que es políticamente incorrecto contradecirlo. Es políticamente incorrecto defender al individuo y sus capacidades. Es políticamente incorrecto negarse a que me esquilmen mis ahorros para que otros reciban pensiones de jubilación. Es políticamente incorrecto decir que impuestos a las “sobreganacias” (¿que demonios quiere decir sobre ganancias?) son injustos. Total, si hay impuestos a las sobreganacias habrá, para ser justos, que crear subsidios a las sobreperdidas cuando los precios de los commodities bajen.

    Lo subversivo no es tomar lo ajeno sino resistirse al robo.

    Y nadie más parásito que los políticos. Se atribuyen el derecho de comprar votos y popularidad con recursos de otros. Y de eso nadie se salva: ni los que están en segunda vuelta ni quienes perdieron en primera.

    Escuchaba hace unos días a Sebastian Edwards decir que el populismo campea no solo en los países gobernados a los antisistema como Venezuela, Ecuador, Bolivia o Nicaragua. Incluso las figuras que aplaudimos por mantenerse en el sistema como los Alans o Toledos son populistas. Edwards decía que hay populistas por acción y populistas por omisión.

    Los primeros, de la línea de Chávez, Correa y Morales, parasitan a la bruta. Sin empacho se roban tu casa para entregarla a otro y así se ganan unos votos. Confiscan tu inversión y luego se ofenden cuando le pides que la respeten. El parasitismo se da por acción.

    Pero los otros, a lo Alan o Toledo, parasitan por omisión. Se resisten ha hacer las reformas que tienen que hacerse como mejorar el Estado, reformar la policía, recortar el gasto absurdo y despilfarrador, o privatizar empresas públicas, solo por el temor de perder su frágil popularidad. Son tibios y medrosos para hacer lo que se tiene que hacer, y parasitan más en silencio, sin tanto aspaviento y huachafería. Pero igual se aprovechan de quienes empujan el progreso.

    Lo curioso es que esos individuos que crean oportunidades y riqueza ya están contribuyendo al desarrollo de los demás. Crean trabajo, oportunidades e infraestructura económica y social para que todos mejores. El crecimiento de los últimos años y que ha sacado de la pobreza a millones de peruanos y ha contribuido a un incremento de nuestro bienestar, no es obra del gobierno. Cada punto de crecimiento del PBI es fruto de miles de decisiones individuales de personas que innovaron, se esforzaron y tuvieron éxito, y al hacerlo crearon oportunidades para que otros entraran en el círculo virtuoso que había impulsado.

    Los innovadores y emprendedores generan externalidades inmensa, riqueza de la que no se apropian y que termina en los bolsillos de los demás. No pretendo menospreciar las inmensas cualidades humanas y morales de la Madre Teresa de Calcuta, pero debemos aceptar que un cálculo matemático simple demuestra que Bill Gates consiguió a través de sus negocios aliviar mucho más la pobreza.

    Curiosa sociedad aquella que castiga a quienes generan desarrollo. Pero así es el parasitismo. Es casi una religión.


    Leer más: http://blogs.semanaeconomica.com/blogs/prohibido-prohibir/posts/los-parasitos#ixzz1MHBc8qa2

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  11. Nadie en su sano juicio puede estar en contra de la propiedad, especialmente de la propiedad que es fruto de la materialización de la creatividad. En mi caso y el de muchos que gustan de escribir, sería auto flagelación. Sin embargo, soy partidario de la participación del estado en las actividades y lugares en que el negocio privado no llega, ya sea por falta de retorno o expansión lenta. La idea pasa a través de privatizar los emprendimientos estatales una vez que éstos alcanzan el éxito financiero; las industrias del salmón y algas en Chile son un buen ejemplo. No puedo explicar ni justificar el extremo del espectro estatista; allí están las ruinas de las haciendas en las sierras del Perú que fueron destruídas por la reforma agraria pensada por el apra y ejecutada por el velasquismo en los 60 y 70 como ejemplo a evitar.

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  12. No estás en contra ni a favor, sino todo lo contrario......

    DEFINETE compañero !!!!!

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