11 mayo 2011

Mujeres y herencia judeo-cristiana

Pensé por mucho tiempo que fue la cristiandad la que se encargó de "eliminar" a la mujer de toda posición que implicara responsabilidad de gobierno y estaba equivocado. Parcialmente equivocado. Hoy encontré la noticia que el periódico nuevayorkino Di Tzeitung había publicado una fotografía retocada por computadora a fin de eliminar a dos mujeres de un grupo que acompañaba al presidente Obama. Este medio de comunicación circula entre los "temerosos de Dios" o haredim que agrupa a los grupos que profesan el judaísmo más ortodoxo, por ende más apegado a las costumbres, tradiciones e ideas con que dichas comunidades se iniciaron en Israel; mucho antes de los tiempos bíblicos. Fue el Talmud y no la Biblia después de todo.
Lo históricamente cierto en la antigüedad fue que las comunidades nacidas en Israel nunca tuvieron la capacidad de influenciar su entorno, en parte por su autarquía religiosa pues solían considerarse "el pueblo de Dios"; si siguen haciéndolo no es incumbencia del mundo como no lo son los dislates de múltiples agrupaciones de toda laya. Planteo, adicionalmente, que su limitado alcance en las sociedades circundantes se debió en mayor medida a su sempiterna proscripción de lo femenino en la toma de decisiones que afectaran al buen o mal gobierno.
Sin embargo, esta herencia bochornosa se lleva a extremos por el cristianismo auroral al punto de considerar a la mujer como instrumento de perdición para el hombre. Esta excusa infantil que libera al hombre de la "culpa" de su urgencia por perpetuar la especie llevó a la necesidad de declarar virgen por siempre a la madre de Jesucristo para salvarla de la perdición que significaba ser mujer. Otra vez, nunca hubo edad histórica más oscura que la Edad Media, en la que los reinos y territorios de Europa fueron guiados por los preceptos religiosos de la cristiandad -encarnados por el catolicismo romano-
Esa visión que mutiló a la sociedad occidental de la mitad de su materia gris por mucho tiempo se impuso en el nuevo mundo con la pólvora traída de la China y las enfermedades traídas de sus migraciones. El dominio de la cristiandad en nuestra América acarreó la desaparición intempestiva de la mujer en el gobierno de las comunidades nativas. Bueno, acarreó la desaparición del gobierno de las comunidades nativas en su totalidad.  Tamaña herencia judeo-cristiana.