01 diciembre 2011

Respuestas Urgentes para Cajamarca

Cajabamba
La capital de la provincia de Cajabamba posee un pequeño damero urbano central cuyo epicentro es la pequeña plaza presidida por una iglesia de 2 campanarios premunida de un reloj que anuncia a sus vecinos con una campanada cada cuarto de hora que transcurre en la ciudad que tercamente sigue luciendo casi tan igual como cuando mi abuelo publicaba su semanario Antena en la primera mitad del siglo pasado. Quizás por el hecho de no gustar de los relojes pulsera, dicho reloj se convirtió en parte importante de mi vida en Cajabamba, marcó mis recuerdos con las campanadas del reloj, el límpido cielo serrano, las lluvias de agua pura, y los paisajes del valle. El reloj de la iglesia sigue anunciando las horas que pasan y que me alejan ya más de 30 años de la placidez urbana tan brutalmente interrumpida por los cambios que el desgobierno está permitiendo por las actividades mineras impunemente contaminantes en Algamarca, a dos campanadas, 30 minutos, de distancia del casco urbano que cada vez le cuesta más conservar la tradicional fachada de la ciudad.

Cajamarca
Mientras que en Cajabamba el tiempo no se detiene para los depredadores del medio ambiente, en Cajamarca los relojes se detuvieron en tiempos en que la violencia buscaba hacer parir a la historia económica de los gobiernos. Tengo también en mis recuerdos a la ciudad de Cajamarca y sus muchas atracciones, como las múltiples salas de cine de hace mucho tiempo atrás, y es francamente chocante ver que sigue la pantomima política del paro regional aún cuando en la ciudad de Cajamarca ya se sienten los efectos de la escasez de productos alimenticios -excepto la leche que se debe arrojar al río- e insumos productivos por el bloqueo de carreteras. En tanto que el Primer Ministro lanza a la prensa un comunicado de Newmont-Buenaventura sobre la suspensión de actividades del Proyecto Conga en la provincia de Celendín aún cuando dicha suspensión ya se había dado en la práctica desde el inicio de las escaramuzas políticas en la región, las dirigencias del tumulto regional en Cajamarca no dan un paso atrás ni al costado respecto a su pedido de cierre definitivo de operaciones del Proyecto Conga.

La torpeza, cuando no ausencia, del gobierno central es notoria y debería llevar al Presidente Humala a considerar el cambio de su primer gabinete aprovechando el fin de año, ajuste necesario para el cargamontón de protestas que ya se vive en el Perú; pero éso es harina de costal ajeno a esta nota. El tumulto cajamarquino no pasará de ser una mera escaramuza política de incierto resultado si es que no lleva a cabo la primera y más importante de las acciones previas a cualquier reclamo o lucha: la erradicación definitiva de la minería ilegal en todo el territorio de la Región Cajamarca. No hay justificación posible para que el Presidente Regional Gregorio Santos participe en marchas y mítines mientras que permite por omisión que la minería ilegal día a día siga destrozando el medio ambiente y social de gran parte de la provincia de Cajabamba, a sólo 130 kms. de la ciudad de Cajamarca. El señor Wilfredo Saavedra, jefe del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca puede seguir anunciando muertos inexistentes en búsqueda de mártires que lo catapulten más arriba en el escalafón político del país, al fin no tiene un cargo por el cual rendir cuenta a los votantes como sí lo tiene el Profesor Gregorio Santos.

La presidencia regional de Cajamarca cuenta con un Consejo Regional de 16 miembros y una pléyade de casi 2,000 funcionarios que cubren todos los ramos de la actividad gubernamental: direcciones de producción, agricultura, energía y minas, comercio exterior y turismo, salud, educación, y más. También cuenta con gerencias regionales de desarrollo económico y social, infraestructura, planeamiento, medio ambiente, etc. Todo ese personal de la planilla de la región, que estimo es competente aún cuando su inacción no nos deja muchos elementos de juicio, está dedicado a actividades proselitistas como lo es su apoyo al paro regional indefinido. Ni un Samurai de rancio abolengo podría haber hecho mejor harakiri gubernamental como lo ha hecho el Profesor Gregorio Santos al apoyar un paro contra su propio gobierno y dejar que los muy necesarios proyectos de desarrollo de la región se ahoguen por falta de gerencia ni voluntad política, porque es sabido por todos que financiamiento no es el problema. Tanto así que la burocracia de la Región Cajamarca no lidera el desarrollo económico y social del departamento como debería ser, pero sí realiza los gastos en bienes y servicios que un grupo de trabajo de esas dimensiones requiere y más; basta darle una mirada a la página web de la región en lo que corresponde a proveedores (http://www.regioncajamarca.gob.pe/proveedores) para percatarse que el porcentaje de gastos en servicios de terceros casi alcanza el 50%, muy por encima de gastos por servicios básicos, consultorías, procesos arbitrales, limpieza y otros.

Es nuevamente el sentido común el que debe llevar a todos los votantes cajamarquinos a hacer las preguntas pertinentes y pedir las cuentas necesarias a su presidente regional y/o su correspondiente consejero regional, no solo porque es un derecho democrático que les asiste si no también porque los ciudadanos de las provincias que vienen produciendo ilegalmente oro sucio, como Cajabamba en la zona de Algamarca, no pueden seguir indolentes ante el avance del crimen y la inseguridad ciudadana de los que son víctimas diariamente. Les alcanzo  la página web de la región donde hallarán datos de contacto que espero sean de utilidad:  http://www.regioncajamarca.gob.pe/consejeros-regionales.

Cerro de Algamarca
Por mi parte, las preguntas a responder son: ¿cuándo se erradicará definitivamente la minería ilegal en Algamarca, Cajabamba? ¿cómo saber si el Cerro Quilish no ha sido invadido por mineros informales desde que Newmont-Buenaventura fue expulsada del área? ¿quién garantiza que la concesión de Minera Conga no sería también tomada por la minería ilegal si se da el caso del desconocimiento de contrato? Respuestas urgentes y necesarias para el ciudadano de a pie y que debieron darse para tener la autoridad moral para iniciar o apoyar cualquier paro en el tinglado político regional y nacional, más aún ahora que las asociaciones de mineros ilegales contaminantes (que gustan disfrazarse tras los nombres de informales o artesanales) están también saliendo a las calles a pedir su formalización legal, disparate que no podemos dejar pasar sólo porque un pequeño grupo bloquea una pista de acceso y salida de bienes a nuestras poblaciones.

1 comentario:

  1. Como siempre, muy bien escrita una realidad pecaminosa: hay oposición a la gran minería pero se protege a la minería más dañina como es la artesanal e informal. Ese es un proceder de doble filo, propio de irresponsables y “malandros”. Y eso ocurre en Cajabamba, con el visto bueno de las autoridades locales, regionales y nacionales.
    Yo me acuerdo claramente como en Cajabamba siempre se decía “el hombre integro es el que piensa, dice y hace lo mismo”. En mi concepto nada podría superar esa sólida y concreta definición de la integridad humana. El que actúa de otra manera es indigno de llamarse hombre. Y en ese sentido se tiene que proceder siempre.
    Juan José Fernández regresa a ver los peligros que se pueden correr si la impune labor minera se mantiene en las laderas de Algamarca, las conductas cómplices de las autoridades y la revecera conducta de los revoltosos provincianos que solamente se detienen a contemplar la minería que daña, irremediablemente, las tierras circundantes
    De otro lado está muy bien que los pueblos reaccionen contra las obras de los gobernantes, pero no hay derecho que quieran impedir el desarrollo. Pongamos en valor nuestras riquezas, empleémosla en favor de los más necesitados y enrumbémonos por la ruta del desarrollo integral, autónomo, sostenido, participativo y democrático

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