Sí podían ayudarte. Aunque tengas que pagar tu préstamo bancario durante dos años en lugar de uno, te rebajaron la cuota mensual de 1,700 a 900 soles. No entiendes todas las operaciones que hay en el papel que te dieron. No te importan mucho los detalles de matemática financiera. Tú querías re-financiar tu deuda a cuotas más bajas y lo conseguiste. Si te bajan el sueldo podrás pagar tus cuotas y no malograr tu crédito. Necesitarás un buen crédito para sacar la casita en hipoteca bancaria cuando las cosas mejoren. Lo que no te dijeron fue que podrías haber pagado 800 soles de cuota y en menos de dos años. No te lo dijeron porque el banco donde tienes tu cuenta y deuda ha decidido no reducir la tasa de interés de préstamos con ayuda del Banco Central de Reserva. Al fin, los banqueros también tienen su corazoncito y se resintieron cuando ese banco central malo les hizo bajar las tasas de interés de ayuda a las empresas con subastas obligatorias.
Lo habías visto en los noticieros, y te lo había contado El Escarabajo Azul, pero no creías que fuera verdad que médicos y enfermeras, médicas y enfermeros, pidieran a la gente comprar medicinas y materiales para sus familiares internados en hospitales de servicio integral gratuito. No podía ser cierto que los héroes de primera línea en la guerra contra el maldito covid19 hicieran éso, al menos no durante esta época de sufrimiento para tantos. No lo creíste, pero ahora estás frente al Hospital Sabogal y te dicen que no tienen cama de cuidados intensivos disponible para tu mamá. Tú no tienes los 100,000 soles que piden las clínicas privadas para llevarla a una UCI, a duras penas reúnes para rellenar el oxígeno que te piden. Has visto, también en noticieros, que el presidente amenazó con nacionalizar las clínicas privadas, pero en el Sabogal te dicen que no hay nacionalizaciones ni pueden derivar a nadie fuera del hospital público. Esta noche te toca dormir un rato en casa porque tu hermana se quedará frente al hospital. Ves, otra vez en el noticiero, que hace cinco días que doce de sesenta clínicas privadas aceptaron recibir pacientes graves de covid19 y que tienen 17 camas UCI disponibles, pero que no les han enviado a nadie todavía porque los hospitales públicos todavía se abastecen. Sales corriendo de vuelta al hospital. Te escucharán. Ya verán.
Le das el smartphone a tu hijita y te dispones a acompañarla al cerro donde hay señal de celular. Recargaste el aparato en el pueblo donde la tienda de doña Isabel. Buena gente tu comadre, te deja usar su electricidad para que su ahijada, pueda usar los datos que le compraste para atender a clases virtuales de su escuela. Además de divertirse con la gente famosa que da clases en el programa "Aprendo en casa" de la cuarentena covid19, tu hijita no perderá el año. No es bueno que repita, menos si es estudiosa y quiere ir a la universidad. Terminando las clases, si quedan datos en el celular, llamarás a la empresa eléctrica para saber cuándo repondrán la luz en tu distrito. Aunque sea para recargar el móvil, ya que recién pondrán cobertura de internet el año que viene, con suerte.
Viniste desde Cerro de Pasco caminando hasta el frontis del Ministerio de Salud. Tus niños necesitan atención médica constante por contaminación con metales pesados que la mina ha vertido en las fuentes de agua de la región. En Pasco no hay especialidad para tratar esa contaminación, sólo van a examinar a los pacientes y darles analgésicos, porque las vitaminas las tenías que comprar tú. Si tus niños no estuvieran empeorando, no se te hubiera ocurrido venir desde tan lejos. Es que las autoridades no van por tu pueblo y, cuando van, están muy ocupadas en reuniones y agasajos. Armaste tu carpa y te pusiste a esperar que llamaran a los delegados a conversar en las oficinas, porque hablando se entiende la gente y están reclamando, desde hace mucho, un derecho, ni favor ni limosna. Después de varios intentos de la policía para desalojarlos del jardín frente al ministerio, vino la prensa y los citaron para la conversación esperada. Saliendo, los delegados te dijeron que habrían varias reuniones de coordinación y que re-ubicarían a todos ustedes los caminantes en la Villa Deportiva Nacional, que debían seguir caminando hasta el Distrito de San Luis para alojarse. Llegó la emergencia covid19 y las reuniones, que todavía continuaban, tuvieron que postergarse para que el ministerio le hiciera frente a la pandemia con todas sus energías. Felizmente ya te estaba dando ingresos la venta de sanguche de pollo en las calles. Cuando ya te tincaba que hicieron un viaje a la luna por las puras, el gobierno forma una comisión multisectorial y multiministerial que se encargará de instalar redes de hospitales especializados en las zonas afectadas por metales pesados de la minería, grande y pequeña. Dicen que las pondrán en Pasco, Loreto, Amazonas, Junín, Cajamarca, La Libertad, Puno, Moquegua, Cusco, Lima y Callao. O sea que también había metales pesados en el agua de Lima, quién lo diría, donde viven las más altas autoridades también había. Regresarás a tu pueblo, cuando se pueda, a esperar los 5 meses que dicen demorarán en hacer una propuesta del proyecto que presentarán al Ministerio de Ambiente, para que éste evalúe la posible ejecución, empezando por la elaboración del proyecto técnico. Dónde quedará ese ministerio. El próximo año lo buscarás, cuando haya que regresar caminando a reclamar otra vez.
Mataron a tu hijo. Lo mataron cuatro energúmenos borrachos que no le perdonaron el transitar despreocupado por una calle a la salida de su academia pre-universitaria. Quería ser doctor. Lo mataron cuatrocientos periodistas que lo acusaban a voz en cuello de pervertir su mundo hecho de imágenes idílicas de la ciudad pujante. Nunca fue por esos barrios. Lo mataron cuatro mil intolerantes que proclamaban el castigo divino para el que no fuera como ellos. No supo cuál fue su pecado. Lo mataron cuatro millones de indiferentes que miraron la noticia de su muerte a golpes en la televisión a la hora de la cena familiar. No podrá cenar más contigo. Ahora recorres pasillos de cortes judiciales que se niegan a reconocer que a tu hijo lo mataron porque lo odiaban sin razón, que lo mataron porque era gay. Lo asesinaron con la alevosía y ventaja del que sabe que saldrá impune porque el poder judicial no castiga los crímenes de la homofobia.
Chaclacayo, julio del 2020
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