08 mayo 2021

Franco: viviendo en los dos polos del mismo mundo.

Un hombre asesina por el bien común. Alguien más asesina por otro bien común. Los dos viven en el mismo mundo, pero comen en mesas separadas, con menús diferentes. Tan diferentes como sus formas de pensar, sus congéneres que proteger, sus iguales que defender. Se conocen, mas no quieren la amistad del otro, no podrían presentarlo con sus demás, y temen que sus quimeras se les puedan contagiar. Protegen lo que siempre fue suyo desde sus nacimientos. Se defienden de la invasión de lo que siempre fue del otro. Se atrincheran para asesinar las amenazas del otro desde sus tribus contrapuestas, y matan entre los dos al mismo mundo donde viven.

Y es que nuestras sociedades han caído en una pandemia de polarización de ideas y lealtades que nos ha hecho retroceder a eras tribales de la humanidad. Tiempos en los que el congénere de los pueblos de afuera de nuestra comarca es portador de los mayores engaños y males. Así, escuchamos ideas diferentes, vemos costumbres distintas, entramos en contacto con tradiciones ajenas, sólo para rechazarlas sin razón ni motivo. Argumentamos, afrentamos, agredimos a quienes rechazamos. Buscamos borrarlos de la faz de nuestro mundo y, al no poder hacerlo, terminamos parapetados junto con nuestros “iguales” en trincheras que dividen nuestras propias casas y vecindarios.

En un cuento —Franco— muestro esa epidemia de la división que está destruyendo lo que, milenios atrás, nos permitió ser la especie dominante de la tierra: nuestra capacidad de vivir y organizarnos en comunidades pacíficas de miles y millones de seres humanos (léelo en https://amzn.to/2QZXQow).

2 comentarios:

  1. Parece que esto no tendrá fin, Juanjo. Como saldremos de nuestros miedos viviendo en la incertidumbre? Vivir para ver

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    1. Quizás podríamos terminar con toda incertidumbre saliendo de nuestros miedos y agresiones. Quizás.

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