Finalmente la vacaron, pero no tuvieron los pantalones para poner de presidente interino a alguien que no haya apoyado tan abierta y efusivamente a la presidente del pacto. Que el (también corrupto y, además, violador) ahora presidente Jerí se rasgue las vestiduras so pretexto de la ola de criminalidad no es suficiente. Si este congreso quiere de veras cumplir su sueño húmedo de ser reelegido en senadurías y diputaciones para sus partidos politiqueros, tiene que derogar las leyes pro crimen que hicieron ellos mismos, incluyendo los intentos de amnistía para asesinos y violadores militares que impulsa el ahora presidente del congreso. Que para eso son legisladores por mandato popular. No son fiscales investigadores ni policías, son legisladores, y los legisladores legislan.