En el Perú eramos muchos y parió la abuela: los dineros de AFP y CTS de los trabajadores formales son «liberados» por los poderes populistas elegidos en urnas, incrementando así ipso facto la liquidez por el lado de la demanda en plena subida inflacionaria mundial.
Y lo hacen contra corriente de las políticas monetarias del Banco Central de Reserva del Perú, que viene incrementado la tasa de referencia bancaria con el fin de luchar contra la inflación antes de que esta se salga de control. En diez meses, la tasa de referencia ha pasado de 0.25% a 5.00% con el fin de incrementar el costo del dinero en el mercado nacional. Junto a operaciones de mercado abierto que retiran liquidez, el BCRP busca «enfriar» en forma controlada la economía. Muchos otros están en lo mismo, incluyendo la Reserva Federal norteamericana.
Este calentamiento de la economía mundial se debe a los efectos «indeseados» de las sanciones económicas aplicadas por los estadounidenses a propósito de su guerra militar (en Ucrania) y su guerra comercial (con China), y otros pretextos, dizque luchando por «la libertad y la democracia». A juicio de muchos es otra irracionalidad económica hecha (adrede e inoportunamente) en plena recuperación de la crisis del covid-19, que afectó al mundo por razones sanitarias y no geopolíticas.
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